El australiano Nick Kyrgios admitió haber tenido pensamientos suicidas, haberse drogado y automutilado en 2019, una año negro en la carrera de este tenista tan genial con la raqueta como polémico.
Vencedor en enero del torneo de dobles en el Abierto de Australia, Kyrgios publicó el jueves por la noche un largo mensaje en Instagram recordando aquel periodo, acompañándolo con una foto del 2019 en la que muestra escarificaciones en su brazo derecho.
«Era yo hace tres años. La mayoría de gente pensaba que yo estaba bien desde el punto de vista mental y que disfrutaba de la vida… Fue uno de los periodos más sombríos», escribió la estrella australiana.
«Si miran atentamente, pueden ver mis automutilaciones en el brazo derecho. Tenía pensamientos suicidas y literalmente me costaba salir de la cama, por no hablar del hecho de tener que jugar ante millones de personas».
«Me sentía solo, deprimido, tenía pensamientos oscuros, abusaba del alcohol y las drogas, rechazaba a mi familia y amigos. Tenía la impresión de no poder hablar o de no poder tener confianza en nadie», explicó.
Kyrgios vivió una temporada 2018 de altibajos y antes del Abierto de Australia del año siguiente fue con frecuencia criticado por sus polémicas en las canchas.
Ese año, la ATP le amenazó con una suspensión de 16 semanas por sus numerosos incidentes en las pistas, que le levantó tras un periodo condicional de seis meses.
Kyrgios se mostró en Instagram «orgulloso de poder decir que he cambiado y que ahora tengo una perspectiva completamente diferente sobre todo».
«Sé que la vida día a día puede parecer extremadamente agotadora, imposible a veces. Entiendo que tengan la impresión que si te abres, puedes parecer débil o asustado. Os lo digo desde ahora, todo va bien, no están solos», añadió.
«Por favor, no se sientan solos, si tienen la impresión de no poder hablar con nadie, estoy acá, contacten conmigo».
Kyrgios, 26 años, está considerado como el jugador más talentoso de Australia, pese a que actualmente sólo ocupa el puesto 137 del ranking ATP, y el último de una serie de deportistas que han hablado públicamente de sus problemas psicológicos.
La japonesa Naomi Osaka, 24 años y exnúmero uno del circuito femenino de tenis, estuvo parada durante varios meses el año pasado por una depresión.
Discutir sobre esto post